Ana Crespán, Grupo 1
En el libro no se dice más que dos frases:
“¿Qué haces sentado en una caja?” A lo que un conejito contesta: “Esto no es una caja”
El texto y las ilustraciones son de Antoinette Portis, mientras que la traducción es de Chema Heras y Pilar Martínez y está encuadernado en cartoné a tamaño 22x22 cm. Este álbum está disponible en castellano, gallego e italiano. Su lectura está recomendada para niños a partir de tres años
En el libro se ve al conejito después de estar en una caja dando la vuelta al mundo con un cohete o corriendo en un coche de carreras, lo que nos quiere transmitir que una caja puede ser una simple caja, pero también puede ser todo aquello que la imaginación nos permita que sea. Por esto me parece un álbum tan adecuado para los niños tan pequeños porque qué niño no sabe lo que es la imaginación o qué de pequeño no ha aparcado una cantidad exagerada de juguetes comprados para jugar completamente emocionados con el papel de regalo que los envolvía.
Me parece que el álbum refleja una cosa importantísima en la infancia: la utilización libre de la imaginación para jugar con cosas del día a día. Sobre todo en épocas como la navidad en las que llenamos a los niños con juguetes que luego no valoran porque se aburren con ellos ya que no estimulan su imaginación como deberían. En tiempos pasados henos oído a los mayores que ellos de niños eran felices jugando con una lata que podía ser desde un perrito a un caballo recorriendo todas las cosas que puedan pasar por la mente de un niño o con un cartón que podía ser una capa fantástica. De esta manera he leído que el libro está basado en alguna vivencia de la niñez de la autora quien defiende que sin apenas nada con lo que distraerse, se puede convertir el objeto más sencillo en el más maravilloso juguete.
Actualmente es un libro bastante reconocido por la crítica y por premios de literatura infantil. Fue designado en 2007 como Libro de Honor por el comité del Premio Theodor Seuss Geisel, que se concede a las mejores obras infantiles publicadas en EEUU, en homenaxe a un autor que proclamaba que los niños buscan lo mismo que los adultos: “Reírse, cambiar, entretenerse y disfrutar”. También fue Libro Distinguido por la Asociación Americana de Bibliotecas e incluido por la Biblioteca Pública de Nueva York en la lista ‘Uno de los cien libros para leer y compartir’.
Es un álbum curioso e interesante, tanto por su contenido como por la presentación, con cubiertas que imitan la textura, el color y la apariencia de las cajas de cartón. En él se emplea una línea argumental muy sencilla con frases cortas y directas. Las ilustraciones son las protagonistas del álbum, son muy coloridas y expresivas y nos ayudan a descubrir todo lo que el conejito se imagina que puede ser la caja de cartón cada vez que pasamos una página. Predomina el color rojo.
Ana Crespán, Grupo 1
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