MARINA ESPIERREZ VEGA, grupo 1
En los últimos años se han producido cambios en
los libros infantiles. Hoy aparecen libros con nuevas temáticas que debemos
estudiar para comprenderlas y transmitirlas. A la vez, al estudiar estos nuevos
libros estaremos comprendiendo más a los niños que leen esos libros. Son niños
diferentes a los que nosotros fuimos. Se han educado en otro mundo y han tenido
acceso a un mundo que nosotros no conocimos.
Hoy día se hace necesario capacitar a los padres,
profesores y bibliotecarios para que sepan seleccionar un libro para niños, ya
que este conocimiento será vital para la formación del hábito de lectura. Ese
libro que le entreguemos a un niño será de gran impacto en su sensibilidad, en
su lenguaje, en sus emociones y en su inteligencia.
Esta nueva sensibilidad tiene su origen en la
Segunda Guerra Mundial y luego en el movimiento llamado "mayo del
68". Algunos intelectuales revisaron con cuidado la literatura infantil
existente hasta el momento. Los libros para niños sagrados e intocables
perdieron estabilidad. Esta revisión
crítica planteó a algunos escritores la necesidad de renovar temas y enfoques,
así como de considerar la literatura infantil como algo específico de la
infancia, capaz de transformar la visión de mundo. Empezaron a aparecer los
nuevos libros para los nuevos niños.
Los libros ampliaron su espectro temático,
incluyendo temas hasta entonces censurados en los medios educativos y
familiares. Los autores se atrevieron a escribir sobre asuntos que nunca antes
habían aparecido tan explícitamente, como la muerte, el sexo, la defensa de las
minorías y la crisis de valores en la sociedad contemporánea.
Ralph Steadman, ilustrador inglés, dedicó su
primer libro infantil "El puente" de 1972 a la incomunicación y la
desconfianza. Con una técnica expresionista de gran plasticidad y el empleo de
lápices de cera con las que llena de color las páginas, Steadman depositó
nuevamente en los niños su esperanza de reconstruir lo que los adultos habían
destruido con tanta facilidad.
Por otro lado, la misma estructura familiar ha cambiado, producto de los cambios políticos. El concepto clásico de la familia cambió a otros modelos, tal como lo comprobamos a nuestro alrededor. Es un realismo
que pone énfasis en la evolución psicológica de los personajes, en su manera de
resolver los problemas y en muchos casos de aceptarlos.
Otra tendencia a incorporar a niños minusválidos
en la literatura infantil. Hoy día cada vez más hay una mayor consideración y
respeto para ellos y aparecen con singular fuerza en la literatura infantil. La
idea es sensibilizar a los niños hacia estos problemas que sufren los niños y
niñas de sus mismas edades.
Por otro lado, los libros para niños son hoy día
más cortos que en el pasado. Su estilo y sus tramas se intentan adecuar a los
grados de formación. Hoy día están clasificados por edades y se especifica muy
bien su contenido.
A esto se une una generación de niños
acostumbrados al cine y la televisión. Son niños sensibilizados a la imagen y
la inmediatez del Internet que les proporciona información breve y precisa.
No
están acostumbrados a las largas descripciones, sino a la información en
cápsulas. Es una generación que espera que las cosas se le muestren de manera
directa, sin rodeos.
CONCLUSIÓN
Hoy, más que nunca, la literatura infantil ha
dejado de ser sinónimo de libros escolares. No se puede negar el componente
pedagógico de los libros para niños, porque muchos aprenden a leer en ellos.
Pero en la actualidad existe una tendencia real que consiste en romper tabúes,
tomarse a los niños en serio, tratarlos como aliados y hablarles de cosas de
las que no se les hablaba antes, como son los problemas familiares, la bulimia,
la anorexia o la sexualidad, muerte, etc.
MARINA ESPIERREZ
VEGA, grupo 1
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