martes, 7 de enero de 2014

“Matilda” de Roald Dahl

Leticia Garcés Girón

Editorial:Alfaguara Juvenil
Autor:Roald Dahl

Año de edición:1988
Páginas:230
Traductor: Frank Barbadillo
Ilustrador: Kevin Blake
Artista de la cubierta: Quentin Blake
Edad recomendada: Desde los 12 años


Roal Gahl, es un escritor que nació en un pueblo de Gales en 1916, hijo de padres noruegos, al finalizar sus estudios, trabajó en una fábrica de chocolate, en 1934 comenzó a trabajar en una petrolera, estando desinado en Tanzania, en 1939 se incorporó a la RAF, formándose como piloto, fue derribado en combate, por lo que estuvo seis meses hospitalizado. Después fue destinado a Londres, y en Washintong empezó a escribir sus aventuras  de guerra. En 1964 publica su primera obre, Charlie y la fabrica e chocolate. Roal Gahl es un autor de géneros muy diferentes y de temáticas muy variadas. A los 74 años de edad falle en Oxford.

Matilda, seguramente, todos nosotros conozcamos tanto el libro como la película, la historia gira en torno a una niña llamada Matilda de 5 años, cuya familia no le aprecia lo suficiente, es más le tratan como si fuera una molestia para ellos, sin darse cuenta de que Matilda es una niña con una mente brillante. Ella no se parece en nada a su familia pues es educada, humilde… en cambio ellos son groseros, egocéntricos… su padre es un timador vendedor de coches, siempre busca algun motivo para poder castigarla e interiorizarla, su madre es superficial y boba, su hermano quizá sea más normal pues es un chico normal y corriente que no trata mal a Matilda pero tampoco se preocupa por su bienestar. Matilda se había educado sola devorando los libros que escogía en la biblioteca municipal, aprendió a leer ella sola a la edad de dos años, deseaba ir a la escuela, pero sus padres, ocupados en sus cosas, no la mandaban. El día que por fin la mandaron a la escuela conoció a la cruel directora, la señorita Trunchbull y a su encantadora maestra la señorita Honey, la cual se queda sorprendida por la sombrosa inteligencia de la niña, las dos crean un lazo afectivo muy fuerte.  Un día mientras su padre le estaba gritando, Matilda descubre que tiene poderes, puede mover cualquier cosa con la mente, en vez de asustarse, utiliza estos poderos para castigar la señorita Trunchubull, pues esta le arrebato a la señorita Honey hace ya algunos años la felicidad. El libro termina con que su padre es descubierto por la policía, por lo que tienen que huir del país, pero Matilda no quiere separarse de la señorita Honey, la cual acepta adoptarla.

Este libro cuenta con tres cosas favorables, su sentido del humor, la atrapante historia y su entrañable personaje Matilda.
Roald Dahl siempre ha sabido que es lo que le gusta leer a los niños, nunca intenta ser moral ni aburrido. Consigue crear diálogos y reflexiones que hacer reír y son bastante ingeniosas.
La narración de este libro es sencilla, original, el narrador aunque se encuentre tras la historia a veces da también su opinión.
El libro es de 1988, el autor con esta historia acusa, a la sociedad machista del aquel entonces. Pues la madre es la típica mujer sometida al marida, boba que solo le preocupa su físico, y el padre con su hijo, es considerado y pretende dejarle algún día su negocio a su hijo, en cambio no cuenta con Matilda.
Por otra parte, Dahl pretende con este libro darle un mensaje a esos padres que en vez de preocuparse por enseñarles valores a sus hijos, solo hablan de sí mismos y se pasan el día viendo televisión.

Como conclusión, decir que este libro me parece uno de esos libros que hay que leerlo al menos una vez en la vida,  es  un libro simple, tierno y original. Contiene una historia que puede releer una y otra vez a cualquier edad.



Leticia Garcés Girón

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